entrevista en el diario de sevilla

Irma Soriano"Llevo esperando la llegada de todos mis hijos desde que nací"
La presentadora jiennense, flamante imagen de Cillit Bang, habla de su faceta más personal y da algunos detalles de los próximos proyectos profesionales en la pequeña pantalla.

Habla con tanta dulzura que resulta imposible imaginarla enfadada. Irma Soriano, uno de los rostros más queridos de nuestro país, es, además, una madre y compañera abnegada que cuida de los suyos con un mimo infinito. A sus 46 años confesados, nuestra paisana prepara un nuevo programa con el que regresará a la pequeña pantalla y, mientras, comparte con nosotros su faceta personal menos conocida.

-¿Ha podido compaginar bien sus ocupaciones laborales con la vida personal?

-Sí, aunque con la ayuda de Alba, una chica colombiana que te diría que es ya de mi familia. En realidad, nunca he estado fuera de la televisión. Un proyecto ha llamado al otro y no he parado. Ésta es una profesión mágica y tienes que entregarte absolutamente. Sin embargo, cuando estuve en Canal Sur, en vez de vivir en Málaga, iba y venía a Madrid porque mi marido lo pensó mejor así. Fue una etapa un poco más complicada por los viajes pero tengo claro que, mi trabajo, tiene que ser compatible con mi familia.

-Háblenos un poquito de sus tres niños…

-Pues mira, Triana acaba de cumplir 20 añitos. Es una mujer muy artista, muy actriz, muy de "María Guerrero" (risas). Empezó periodismo y, de pronto, se desencantó y ahora estudia derecho. Supera a su madre en lo poquito bueno que yo pudiera tener pero, al fin y al cabo, los hijos no son de nuestra propiedad. Luego está Antonio, de 8 años. Un chico muy protector y que vive todo con pasión… En cuanto a Carmen, de diez meses, es una muñeca que ha llegado para revolucionar la casa.

-¿Cómo se contempla la maternidad a los cuarenta?

-He deseado a los tres por igual. De hecho, llevo esperando la llegada de todos mis hijos desde que nací. Lo que pasa es que, con Carmen, tuve que someterme a un tratamiento después de tener dos naturales. Me había hecho ligadura de trompas y acudí a la ciencia pero he luchado y ha salido bien. Incluso, cuando tuve que decidir si darle o no el pecho, pensé que, si después de toda la vida trabajando, no podía permitirme ese lujo, mala cosa…

-¿Y de Mariano, su compañero? ¿Qué diría?

-Es un amor de hombre, auténtico, de verdad. Un padre fantástico que venía con todo aprendido de casa. Llevamos cuatro años y nos queremos muchos.

-Tienen una diferencia de edad de 12 años a su favor… ¿Ha influido esto en su relación?

-Bueno, es verdad que, los años, los pongo yo (risas). En realidad, en muchas cosas estoy de primera mano, a estrenar (risas). De veras te aseguro que ningún problema. Mariano es un tío que habla con el corazón y así es sencillo.

-Cambiando de cuestión, ¿cuál es su opinión acerca de la programación actual de la tele?

-Bueno, me gusta mucho este medio y nunca me pronunciaré negativamente sobre lo que da de comer a los míos y sobre algo que la gente elije con el mando a distancia. Si no te gusta un espacio, cámbialo. Eso sí, hay que dar tiempo a los profesionales para que consoliden lo que tienen entre manos. Recuerdo que, cuando empezaron los "culebrones", con Hermida, se publicaron muchas críticas al respecto y yo, pensaba: "¿Quiénes somos para comentar nada?". Cada uno ve lo que quiere. La tele es un electrodoméstico que cumple una función. Verla apagada, es raro.